Aniversario Extraordinaria
Eran las cinco y media de la tarde del 27 de octubre de 2018. El sol se derramaba, a borbotones, sobre la puerta del reloj del Real Convento de Santo Domingo de Jerez. Sin que realmente así fuera era, a ojos de la mayoría, el día grande, la hora clave de la celebración del 75º Aniversario de la Hermandad.
Los días previos, las horas inmediatamente anteriores habían sido muy intensas, de mucho trabajo y emoción por lo que se avecinaba: mayordomía, secretaría, dirección de cofradía… Era una salida “extraordinaria”, y todo era distinto y, por ello, nada debía quedar a la improvisación.
La configuración del Misterio sobre las andas que en su día salieran de la gubia de Manuel Guzmán Bejarano sería distinta a la que vemos cada Jueves Santo, con una posición de la Bendita Imagen de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto más centrada en el paso, y sin la presencia del olivo. Tanto el Señor Orante como el Ángel estrenaban túnicas. La primera donada por las hermanas de la cofradía y la segunda por una hermana, y ambas confeccionadas por nuestra hermana Mª José Caballero, con la ayuda de varias más de la Hermandad.
El exorno floral también iba a ser distinto y, como no podía ser de otro modo, planteó algún que otro problema, subsanado en un santiamén por la mayordomía y los profesionales de la flor, quedando un magnífico monte de claveles morados que ofrecían una imagen preciosa.
El cortejo había sido preparado con mimo por la dirección de cofradía, situando a los hermanos por orden de antigüedad, quedando para el recuerdo el último tramo de cirios de honor con históricos miembros de la corporación acompañando a su Titular en día tan señalado.
Eran las cinco y media de la tarde, y se abrieron las puertas del Templo. Los rayos de sol entraron hasta lo más profundo de las naves de la Iglesia Conventual, mientras todo Jerez aguardaba en la Alameda de Cristina a que la imponente imagen obra de Juan Luis Vasallo hiciese acto de presencia en las calles de la ciudad, mientras el amplio cortejo formado al efecto empezaba a transitar.
A las 17:50, a los sones de la Marcha Real interpretada por la Agrupación Musical La Sentencia, cruzaba el dintel de la puerta del reloj la Imagen de Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto, para 15 minutos después atravesar la Puerta de Sevilla para realizar un recorrido inédito, intramuros, y rindiendo visita a los tempos de los Cuatro Evangelistas, a cuya parroquia pertenece la sede canónica de la Cofradía.
En cada uno de los templos se rezarían las oraciones preparadas al efecto por el Director Espiritual, Rvdo. Padre Prior Juan Carlos González del Cerro, O.P.
Eran las 18:17 y se encontraba el paso entrando en la Plaza de San Marcos, quedando para el recuerdo la imagen de Nuestro Señor Orante con los rayos de sol del atardecer impactando en su rostro.
Un poco más tarde, a las 18:30 quedó arriado el paso a las puertas de la Iglesia de San Marcos, primera estación de la procesión y donde se realizaron los rezos y se entregó, a la corporación nazarena radicada en dicho templo, un recuerdo conmemorativo.
A las 19:00 se adentraba el paso en la calle Francos, donde se vivieron bellos momentos, gracias en parte al tremendo y precioso trabajo de la Agrupación Musical La Sentencia que enlazaba una marcha tras otra y a la que, como no podía ser de otro modo, daban atinada respuesta los casi 120 costaleros reclutados al efecto por Manolo Ballesteros y su equipo.
Justo a las 19:53 se paraba el paso ante la puerta de la capilla del Cristo del Amor, para sólo 5 minutos más tarde rendir visita al segundo de los evangelistas, San Juan, siendo recibidos por los Hermanos de la Veracruz, que compartieron con nosotros un momento de oración.
El transitar de la cofradía desde este punto hasta la Iglesia de San Mateo fue indescriptible, por los momentos vividos, por la estrechez y dificultad de las calles, por el tremendo gentío que a esa hora nos acompañaba. Hora y media para el recuerdo, saludo incluido a nuestros hermanos de Santa Marta, para arriar el paso a las 22 horas en la misma puerta de San Mateo, a los pies de María Santísima del Desconsuelo que nos esperaba en un precioso altar preparado por los hermanos de la corporación del Martes Santo.
A esa hora el frío había hecho acto de presencia pero, arropados por tanto público y tanto cariño, no se notaba.
Eran las 22:05 de la noche cuando, a los sones de Amor de Madre y Eucaristía daban el relevo a una maravillosa Agrupación Musical La Sentencia de Jerez, la Banda de Cornetas y Tambores Virgen de la Victoria (Las Cigarreras) de Sevilla. Y desde allí de vuelta a casa, por Mercado y Cabezas, hasta San Lucas, cuarta estación de nuestro transitar, donde nos esperaba otro momento especial y para recordar.
Precioso lo que habían preparado los hermanos de las Tres Caidas para recibirnos, y preciosa la imagen de Nuestro Padre Jesús Orante a las plantas de la Virgen de los Dolores, a las que se posó a las 23:03.
Plaza Belén, Peones, Carpintería Baja, Carmen, Sedería, Plateros… y mucha gente, tanta que casi hacía imposible el transitar de los hermanos, pero con un comportamiento exquisito y respetuoso que es muy de agradecer.
Eran las 0:40 de la madrugada del 28 de octubre cuando el paso se adentraba en Tornería a los sones de Ave María y Costalero del Soberano, habiendose interpretado, previamente, Dulce Victoria, marcha que por primera vez se interpretaba tras un paso.
Y en Tornería, y en Plaza Rafael Rivero, y en la Alameda de Cristina más y más gente arropando a Nuestro Padre Jesús Orando en el Huerto, que tras un magnífico transitar a las órdenes de Manolo y Juan Antonio García(auxiliar de lujo para esta jornada), se recogía a la 1:40 de la madrugada, diez minutos más tarde del horario previsto por José Manuel Medina Lechuga.
Ahora, cuando se cumple un año de esa jornada extraordinaria que fue el 27 de octubre de 2018, y con la perspectiva que nos ofrece el tiempo transcurrido desde entonces, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la salida extraordinaria del Señor del Huerto supuso un antes y un después en este tipo de actos, por el sentido evangélico que se le dio a la misma, por la seriedad del cortejo, por el acompañamiento musical(brillantes Sentencia y Cigarreras) y por el enorme respeto y educación con el que se comportó, en todo momento, el pueblo de Jerez, que se echó a la calle para contemplarlo.
