Vaya por delante en nombre del Director Espiritual y la Junta de Gobierno, nuestra más sinceras felicitaciones por la magnífica protestación de fe realizada el pasado día del Amor Fraterno por las calles de Jerez, en la que todos los que formamos el cortejo de nuestra cofradía, cumplimos con el encargo estatutario que nos legaron nuestros mayores, el culto a Nuestros Sagrados Titulares. Fuisteis apóstoles fieles en la soledad del Señor Orante en Getsemaní, confortadores en la aflicción de Dolor de nuestra Madre.
Con todo ello contribuisteis, por una parte a la contemplación del Señor Pasión en la Oración en el Huerto y la meditación de los Dolores de la Santísima Virgen Nuestra Señora de Confortación, formando además parte de la historia de la Hermandad en la que el Señor cumplía 75 años de salidas procesionales y por otra, la más importante, les correspondisteis, honrando a Nuestro Señor Orante y a Nuestra Santísima Madre, a quienes tantas veces acudimos y pedimos durante todos los días del año, en apenas 6 horas de oración penitencial.
De nuevo hermanos, hemos crecido en número de nazarenos lo que de mucho agradecer, lo venimos haciendo poco a poco desde hace años, hay que seguir así, como también crecemos en compromiso, dando verdadero y sincero testimonio de fe por las calles de Jerez.
De nuevo, hay que reconocer desde estas líneas, a tantas y tantas personas que hacen posible año tras año nuestra estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, sin buscar otra cosa que el bien de la cofradía y de la hermandad:
A la mayordomía, ímprobo trabajo de todos y cada uno de los que predispusieron los pasos y nuestras sagradas imágenes para el jueves santo.
A todo el equipo de la Diputación Mayor de Gobierno, muy especialmente a los que se encargaban de los más pequeños, a estos brotes de olivo que tanto debemos cuidar.
A los vestidores y a los que exornaron primorosamente los altares itinerantes.
A todos y cada uno de los nazarenos anónimos que recorren la senda penitente en manifestación de fe, obedientes, voluntariosos, pacientes y perseverantes. Verdadero ejemplo de hermandad.
A los encendedores y acólitos que van conjugando luz y velo en el caminar de nuestras sagradas imágenes.
A los capataces y sus auxiliares, a todos los costaleros, siempre predispuestos, más aun en noches y tardes de ensayo tras ensayo, para embeleso de los que contemplan esos nuestros altares caminantes.
A la A.M. de la Sentencia y a la Banda de Música del Maestro Pedro Álvarez Hidalgo quienes van entonando, sobresalientemente, sones musicales de oración esperanzada, tras los pasos.
Al Rvdo. Padre Juan Carlos, Prior y Director Espiritual de nuestra hermandad que nos acompaña todo el Jueves Santo y por extensión a la Comunidad de Padres Dominicos de Jerez, por su predisposición por cuanto necesitamos y, sobre todo, su infinita paciencia.
A quienes con su comprensión nos acompañaron, en la cercanía de los pasos y en la distancia, a los que no saliendo, contribuyeron con la salida procesional.
A los que no pudieron hacerlo físicamente por razones de enfermedad o trabajo, pero que irreprochablemente, van revestidos con el hábito de la humildad nazarena.
A todos y cada uno de los medios de comunicación y fotógrafos que en esa tarea de plasmar nuestra cofradía y llevar la información de nuestra hermandad con no pocos esfuerzos, se hacen de este modo, porque no, partícipes del fin principal de las cofradías.
Gracias a hermanos todo nuestro reconocimiento, a todos, porque en todos y cada uno de vosotros estaba Jesucristo Orante, incluso en los que hayamos podido olvidar.
Por todo, hermanos, que el Señor Orando en el Huerto y Su Santísima Madre de la Confortación, os bendiga y os lo premie.
